domingo, 6 de abril de 2008

Recuerdos


Solo en mi habitación completamente blanca y llena de luz, espero a alguien o alguien espera por mí en otro lugar. Todo esta en completo silencio, puedo escuchar incluso el flujo de mis venas que se apresura por todo mi cuerpo. Estoy sentado en la cama todo está muy tranquilo. Poco a poco comienzo a recordar cosas de mi vida, desde que era un niño y mis travesuras en el barrio con mis amigos, hasta ese primer beso que me robaron y para mi fue casi como una violación. Aquel lento tímido con la distancia que el largo de mis brazos permitía en aquella fiesta de la casa de la esquina. Ahora sonrió cuando recuerdo mi primera pena de amor, aquel amor que para mi era indestructible y que de un día para otro acabó con mi corazón y podía escuchar como mi corazón se trizaba, recuerdo como encontré el consuelo de mi madre en aquel momento y juntos los dos llorábamos y nos dábamos esperanza.

Esa vez que perdí mi virginidad sin saber que estaba haciendo o si lo estaba haciendo bien o mal, netamente instinto quinceañero y que hasta hoy lo recuerdo extrañado. Y como olvidar ese momento en que vi llorar a mi padre por primera vez y que nunca podré borrar de mi mente. Cuando fue perdiendo algunos seres queridos y tantos recuerdos mas. Se viene a mi mente otro recuerdo cuando observo mis manos en esta habitación, se me viene el momento exacto cuando mis padres se separan y me enseñan de forma indirecta que la vida no es como te la enseñan en el colegio, que la vida no es mas que un momento que hay que disfrutar y valorar a cada momento, y que si las cosas pasan…pasan por algo.

Esta habitación cada vez se hace más y más fría y el destello de luz se vuelve encegecedor y algo me avisa que llegó el momento que esperaba. Me fijo en una fotografía que aparece en mi mano, es la fotografía de mi familia, mi familia tan unida y desunida por momentos, pero que siempre están cuando los necesitan y es ese el recuerdo que llena mi mente en este momento mágico, en este momento que todo es blanco y que al girar la cabeza y miro mi cama logro entender todo; logro entender porque estoy acá, porque estoy recordando y porque veo toda mi vida pasar frente a mis ojos en forma de fotografías imborrables. La ultima imagen que veo, es la de mi cuerpo inerte en la cama, mi cuerpo sin color ni calor, pero con una leve sonrisa que me recuerda que mi vida fue feliz y que lo vivido me hace estar ahora en paz y listo para partir. Ahora esta todo negro y todo desaparece. Misión cumplida.

En memoria de Jorge Araneda

Esposo, Padre, Abuelo y Amigo.